Durante la recepción aprovecharemos para que se conozcan y se formarán los equipos a modo de sorteo para que no coincidan en los mismos grupos los que se conocen y fomentar la interrelación entre ellos.

El segundo día se dedica a la multiaventura y a disfrutar de los baños en la piscina, así se conocerán mejor y se estarán preparando para el trabajo en equipo que tendrá lugar en las siguientes jornadas.

El lunes a primera hora diseñamos y construimos nuestro campamento. Para saber la hora durante todos los días, construiremos un reloj solar. A continuación comienzan las clases de inglés a cargo de personas nativas de países de habla inglesa. Es muy importante que “hagan el oído” a estos acentos para mejorar su nivel de listening. Este día tienen el primer taller temático: bisutería prehistórica y como no, a ¡darnos un chapuzón refrescante en la piscina! Antes de acostarnos tendremos una actividad de senderismo nocturno para conocer los sonidos de la noche en la naturaleza.

El martes comenzamos la jornada con un superdesayuno para tener fuerzas hasta la hora del almuerzo. ¡Hay muchas cosas que hacer!. En primer lugar vamos a buscar rastros y huellas dejados por los animales nocturnos y que a esta horas todavía están visibles. Tras la clase de inglés, la comida. No hay que dejar ni un minuto sin diversión y tras una rica comida, piscina y taller de cestería, para poder fabricar recipientes para colocar lo que queramos. En un campamento del hombre primitivo no pueden faltar la pinturas rupestres donde se representarán las actividades que se están haciendo cada día. Para finalizar bajo la luz de la luna aprenderemos a leer el cielo y aquellas constelaciones, estrellas y planetas que mejor se observan desde «El Mirador de las Estrellas».